PREFACIO DE LA SEGUNDA EDICION.
—Algunas observaciones sobre las agrupaciones profesionales
PREFACIO DE LA PRIMERA EDICIÓN
INTRODUCCION
Desenvolvimiento de la división del trabajo social, generalidad del fenómeno. De
ahí el problema de si debemos seguir u oponernos a este movimiento, o séa la
cuestión del valor moral de la división del trabajo.
Incertidumbre de la conciencia moral sobre ese punto; soluciones contradictorias
simultáneamente dadas. Método para poner término a esta indecisión. Estudiar
la división del trabajo en sí misma y por sí misma. Plan del libro
LIBRO PRIMERO
LA FUNCIÓN DE LA DIVISION DEL TRABAJO
CAPITULO PRIMERO
METODO PARA DETERMINAR ESTA FUNCION
Sentido de la palabra función
I. La función de la división del trabajo no es producir la civilización
II. Casos en los que la función de la división del trabajo es suscitar grupos que,
sin ella, no existirían. De ahí la hipótesis de que desempeña el mismo papel en
las sociedades superiores, siendo la fuente principal de su cohesión
III. Para comprobar esta hipótesis es preciso comparar la solidaridad social que
tiene origen en esta fuente, con las demás especies de solidaridad, y, por
consecuencia, clasificarlas. Necesidad de estudiar la solidaridad a través del
sistema de las reglas jurídicas; hay tantas como clases de estas últimas formas
de solidaridad. Clasificación de las reglas jurídicas: reglas de sanción represiva;
reglas de sanción restitutiva
CAPITULO II
SOLIDARIDAD MECANICA O POR SEMEJANZAS
I. El lazo de solidaridad social a que corresponde el derecho represivo es aquel
cuya ruptura constituye delito. Se sabrá, pues, lo que es ese lazo si se sabe lo
que es esencialmente el crimen. Las características esenciales del crimen son aquellas que también se encuentran donde quiera que hay crimen, sea cual fuere el tipo social. Así, pues, las únicas características comunes a todos los crímenes que son o han sido reconocidos como tales, son las siguientes: 1.
a, el crimen hiere sentimientos que se encuentran en todos los individuos normales de la sociedad considerada; 2.a, esos sentimientos son fuertes; 3.
a, son definidos. El crimen es, pues, el acto que hiere estados fuertes y definidos de la conciencia colectiva; sentido exacto de esta proposición.Examen del caso en que el delito es creado o, al menos, agravado por un acto del órgano gubernamental. Reducción de ese caso a la definición precedente
II. Comprobación de ésta definición: si es exacta, debe dar cuenta de todas las
características de la pena. Determinación de esas características: 1.a, es una reacción pasional, de intensidad graduada; 2.a, esta reacción pasional emana de la sociedad; refutación de la teoría según la cual la venganza privada ha sido la forma primitiva de la pena; 3.a, esta reacción se ejerce por intermedio de un
cuerpo constituído
III. Esas características pueden deducirse de nuestra definición del crimen: 1.a, todo sentimiento fuerte ofendido determina mecánicamente una reacción pasional; utilidad de esta reacción para el mantenimiento del sentimiento. Los
sentimientos colectivos, por muy fuertes que sean, determinan una reacción del
mismo género, tanto mas enérgica cuanto son más intensos. Explicación del
carácter casi religioso de la expiación; 2.a, el carácter colectivo de esos sentimientos explica el carácter social de esta reacción; por qué es útil que sea
social; 3.a, la intensidad y, sobre todo, la naturaleza definida de esos sentimientos explican la formación del órgano determinado por medio del cual la
reacción se ejerce
IV. Las reglas que sanciona el derecho penal expresan, pues, las semejanzas
sociales más esenciales; por consiguiente, corresponde a la solidaridad social
derivada de las semejanzas y varía como ella. Naturaleza de esta solidaridad.
Cabe, por tanto, calcular la parte que le corresponde en la integración general de
la sociedad, con arreglo a la fracción del sistema completo de las reglas jurídicas que el derecho penal representa.
CAPITULO III
LA SOLIDARIDAD DEBIDA A LA DIVISION DEL TRABAJO U ORGÁNICA
I. La naturaleza de la sanción restitutiva implica: 1.°, que las reglas correspondientes expresen estados excéntricos de la conciencia común, o que le
son extraños; 2.°, que las relaciones que ellas determinan no liguen más que
indirectamente al individuo con la sociedad. Esas relaciones son positivas o
negativas.
II. Relaciones negativas cuyo tipo son los derechos reales. Son negativas porque
ligan la cosa a la persona, no a las personas entre sí.—Reducción a ese tipo de
las relaciones personales que se establecen con ocasión del ejercicio de los
derechos reales, o a consecuencia del delito o cuasi delito.—Siendo negativa la
solidaridad que expresan las reglas correspondientes, no tiene existencia propia
sino que es una prolongación de las formas positivas de la solidaridad
social
III. Relaciones positivas o de cooperación que derivan de la división del trabajo.
Se rigen por un sistema definido de reglas jurídicas, que pueden llamarse
derecho cooperativo; comprobación de esta proposición con respecto a las
diferentes partes del derecho cooperativo. Analogías entre la función de ese
derecho y la del sistema nervioso
IV. Conclusión: Dos clases de solidaridad positiva, una que deriva de las
semejanzas, y otra, de la división del trabajo. Solidaridad mecánica, solidaridad
orgánica. La primera varía en razón inversa, la segunda en razón directa de la
personalidad individual. A aquélla corresponde el derecho represivo; a ésta, el
derecho cooperativo.
CAPITULO IV
OTRA PRUEBA DE LO QUE PRECEDE
Si el resultado precedente es exacto, el derecho represivo debe tener tanta
mayor preponderancia sobre el derecho cooperativo cuanto mayores son las
semejanzas sociales y más rudimentaria la división del trabajo, y a la inversa.
Ahora bien, eso es lo que sucede.
I. Cuanto más primitivas son las sociedades, más semejanzas hay entre los
individuos; semejanzas físicas; semejanzas psíquicas. La opinión contraria viene
de haber confundido los tipos colectivos (nacionales, provinciales, etc.) y los
tipos individuales. Los primeros se borran, en efecto, mientras que los otros se
multiplican y se hacen más pronunciados. Por otra parte, la división del trabajo,
nula en un comienzo, va constantemente desenvolviéndose
II. Ahora bien, originariamente, todo el derecho tiene un carácter represivo. El
derecho de los pueblos primitivos. El derecho hebreo. El derecho indio.
Desenvolvimiento del derecho cooperativo en Roma, en las sociedades
cristianas. Actualmente, la relación primitiva se ha invertido. La preponderancia
primitiva del derecho represivo no es debida a la rudeza de las costumbres
CAPITULO V
PREPONDERANCIA PROGRESIVA DE LA SOLIDARIDAD ORGÁNICA Y SUS
CONSECUENCIAS
I. La preponderancia actual del derecho cooperativo sobre el derecho represivo
demuestra que los lazos sociales que derivan de la división del trabajo son
actualmente más numerosos que los que derivan de las semejanzas sociales.
Como esta preponderancia es más señalada a medida que uno se aproxima a
los tipos sociales superiores, cabe observar que no es accidental sino que
depende de la naturaleza de esos tipos. No sólo esos lazos son más numerosos, sino que son más fuertes. Criterio para medir la fuerza relativa de los lazos sociales. Aplicación de ese criterio.
II. Al mismo tiempo que son menos fuertes, los lazos que derivan de las
semejanzas se aflojan a medida que la evolución social avanza. En efecto, la
solidaridad mecánica depende de tres condiciones: 1.a, extensión relativa de la
conciencia colectiva y de la conciencia individual; 2.a, intensidad; 3.a, grado de
determinación de los estados que componen la primera. Ahora bien, permaneciendo, sobre poco más o menos, constante la primera de esas
condiciones, las otras dos retroceden. Método para probarlo con arreglo a las
variaciones numéricas de los tipos criminológicos. Clasificación de estos
tipos
III. Regresión y desaparición progresiva de un gran número de esos
tipos
IV. Esas pérdidas no han sido compensadas con otras adquisiciones. Teoría
contraria de Lombroso; refutación. Así, pues, el número de estados fuertes y
definidos de la conciencia común ha disminuído
V. Otra prueba. Los estados de conciencia común, particularmente fuertes,
toman un carácter religioso; ahora bien, la religión comprende una porción cada
vez menor de la vida social. Otra prueba sacada de la disminución de los
proverbios, dichos, etc. La solidaridad orgánica deviene, pues, preponderante
CAPITULO VI
PREPONDERANCIA PROGRESIVA DE LA SOLIDARIDAD ORGÁNICA
Y SUS CONSECUENCIAS (continuación).
I. Estructuras sociales correspondientes a esas dos clases de solidaridad. Tipo
segmentario; su descripción; corresponde a la solidaridad mecánica. Sus formas diversas
II. Tipo organizado; sus caracteres; corresponde a la solidaridad orgánica.
Antagonismo de esos dos tipos; el segundo no se desenvuelve sino a medida
que el primero se borra. Sin embargo, el tipo segmentario no desaparece por
completo. Formas cada vez más borrosas que reviste
III. Analogía entre ese desenvolvimiento de los tipos sociales y el de los tipos
orgánicos en el reino animal.
IV. La ley precedente no debe confundirse con la teoría de Spencer sobre las
sociedades militares y las sociedades industriales. La absorción original del
individuo en la sociedad no viene de una concentración militar excesivamente
fuerte, sino más bien de la ausencia de toda concentración. La organización
centralista es un comienzo de individualización. Consecuencias de lo que
precede: I.°, regla de método; 2.°, el egoísmo no es, en manera alguna, el punto
de partida de la humanidad
CAPITULO VII
SOLIDARIDAD ORGÁNICA Y SOLIDARIDAD CONTRACTUAL
I. Distinción de la solidaridad orgánica y de la solidalidad industrial de Spencer.
Esta sería exclusivamente contractual; estaría libre de toda reglarnentación.
Carácter inestable de una solidaridad semejante. Insuficiencia de las pruebas
con que ilustra su tesis Spencer. Lo que pone de manifiesto la amplitud de la
acción social es la extensión del aparato jurídico; ahora bien, se hace cada vez
mayor.
II. Es cierto que las relaciones contractuales se desenvuelven; pero las
relaciones no contractuales se desenvuelven al mismo tiempo. Comprobación de ese hecho a propósito de las funciones sociales difusas: 1.°, el derecho
doméstico se hace más extenso y más complejo; ahora bien, en principio, no es
contractual. Además, el lugar muy restringido que en él ocupa el contrato privado
se hace cada vez menor: matrimonio, adopción, abdicación de derechos y de
deberes de familia; 2.°, cuanto más lugar ocupa el contrato, más reglamentado
es. Esta reglamentación implica una acción social positiva. Necesidad de esta
reglamentación. Discusión de las analogías biológicas sobre las que se apoya
Spencer
III. Comprobación del mismo hecho a propósito de las funciones cerebro-espinales del organismo social (funciones administrativas y de gobierno).
El derecho administrativo y constitucional, que nada tiene de contractual, se
desenvuelve cada vez más. Discusión de los hechos sobre los que apoya
Spencer la opinión contraria. Necesidad de ese desenvolvimiento a
consecuencia de la progresiva desaparición del tipo segmentario y de los
progresos del tipo organizado. Las analogías biológicas contradicen la teoría de
Spencer
IV. Conclusiones del primer libro: la vida moral y social deriva de una doble
fuente; variaciones inversas de esas dos corrientes
LIBRO SEGUNDO
LAS CAUSAS Y LAS CONDICIONES
CAPITULO PRIMERO
LOS PROGRESOS DE LA DIVISION DEL TRABAJO Y LOS DE LA FELICIDAD
Según los economistas, la división del trabajo tiene como causa la necesidad de
aumentar nuestro bienestar. Esto supone que de hecho vamos siendo más
felices. Nada menos cierto
I. En cada momento de la historia, la felicidad que somos ca
paces de disfrutar es limitada. Si la división del trabajo no tuviera otras causas, pronto se hubiera detenido, una vez alcanzado el límite de la felicidad. Este límite retrocede, es cierto, a medida que el hombre se transforma. Pero esas transformaciones, suponiendo que nos hagan más felices, no se han producido en vista de ese resultado, pues, durante mucho tiempo, son dolorosas y no tienen compensación
II. ¿Producen, además, ese resultado? La felicidad es el estado de salud; ahora
bien, la salud no aumenta a medida que las especies se elevan. Comparación
entre el salvaje y el civilizado. Satisfacción del primero. Multiplicación de los
suicidios con la civilización; qué prueba esto. Consecuencias importantes desde
el punto de vista del método en sociología
III. ¿Procederá el progreso del hastío que ocasionan los placeres que se han
hecho habituales? No confundir la variedad, que es un elemento esencial del
placer, con la novedad, que es secundario. Carácter patológico de la necesidad
de novedad, cuando es muy viva
CAPITULO II
LAS CAUSAS
I. Los progresos de la división del trabajo tienen las siguientes causas: 1a la progresiva desaparición del tipo segmentario, es decir, el aumento de la
densidad moral de la sociedad, simbolizado por el aumento de la densidad
material; principales formas de esta última; 2a, el aumento de volumen de las
sociedades, siempre que vaya acompañado de un aumento de densidad.
II. Teoría de Spencer, según la cual el aumento de volumen no actuará sino
multiplicando las diferencias individuales. Refutación
III. El aumento de volumen y de densidad determina mecánicamente los
progresos de la división del trabajo, reforzando la intensidad de la lucha por la
vida. Cómo se forma la necesidad de productos más abundantes y de mejor
calidad; es un resultado de la causa que necesita la especialización, no la causa
de esta última
IV. La división del trabajo no se produce, pues, más que dentro de sociedades
constituidas. Error de los que hacen de la división del trabajo y de la cooperación
el hecho fundamental de la vida social. Aplicación de esta proposición a la
división internacional del trabajo. Casos de mutualismo
CAPITULO III
LOS FACTORES SECUNDARIOS
INDETERMINACION PROGRESIVA DE LA CONCIENCIA COLECTIVA
La división del trabajo no puede progresar como no aumente la variabilidad
individual, y ésta no aumenta como la conciencia común no retroceda. La
realidad de este retroceso ha sido comprobada. ¿Cuáles son sus
causas?
I. Como el medio social se extiende, la conciencia colectiva se aleja cada vez
más de las cosas concretas y, por consiguiente, se hace más abstracta. Hechos
que apoyan esto: transcendencia de la idea de Dios; carácter más racional del
derecho, de la moral, de la civilización en general. Esta indeterminación deja
cada vez mayor lugar a la variabilidad individual
II. La desaparición progresiva del tipo segmentario, desligando al individuo de su
medio natal, lo sustrae a la acción de los ante pasados y disminuye así la autoridad de la tradición
III. A consecuencia de la progresiva desaparición del tipo segmentario, la
sociedad, rodeando de menos cerca al individuo, no puede contener con tanta
facilidad las tendencias divergentes
IV. Por qué el órgano social no puede, desde ese punto de vista, desempeñar la
función del segmento
CAPITULO IV
LOS FACTORES SECUNDARIOS (continuación).—LA HERENCIA
La herencia es un obstáculo a los progresos de la división del trabajo; hechos
que demuestran cómo deviene un factor menor de la distribución de las
funciones. ¿De dónde procede esto?
I. La herencia pierde su imperio porque se constituyen maneras de actividad
cada vez más importantes que no son hereditariamente transmisibles. Pruebas:
1.a, no se forman razas nuevas; 2.a, la herencia no transmite bien más que
aptitudes generales y simples; ahora bien, las actividades se hacen más
complejas al hacerse más especiales. El legado hereditario se hace también un
factor menor de nuestro desenvolvimiento porque es preciso añadirle algo
más
II. El legado hereditario se hace más indeterminado. Pruebas: 1.
a, el instinto retrocede de las especies animales inferiores a las especies más elevadas, del animal al nombre. Hay, pues, motivo para creer que el retroceso continúa en el reino humano. Así lo prueban los progresos ininterrumpidos de la inteligencia, la cual varía en razón inversa al instinto; 2.a, no sólo no se forman razas nuevas, sino que van desapareciendo razas antiguas; 3.a, investigaciones de Galton. Lo que se transmite de modo regular es el tipo medio. Ahora bien, el tipo medio se
hace cada vez más indeterminado, a consecuencia del desenvolvimiento de las
diferencias individuales
CAPITULO V
CONSECUENCIAS DE LO QUE PRECEDE
I. Carácter más flexible de la división del trabajo social, comparada con la
división del trabajo fisiológico. La causa está en que la función se hace más
independiente del órgano. En qué sentido esta independencia es una señal de
superioridad
II. La teoría mecanicista de la división del trabajo implica que la civilización es
producto de causas necesarias, y no un fin que por sí mismo atrae la actividad.
Pero, aun siendo un efecto, deviene un fin, un ideal. De qué manera. No hay
siquiera razón para suponer que este ideal adquiera nunca una forma inmutable,
que el progreso tenga un término. Discusión de la teoría contraria de
Spencer
III. El aumento del volumen y de la densidad, al cambiar las sociedades, cambia
también a los individuos. El hombre está más libre del organismo; por
consecuencia, la vida psíquica se desenvuelve. Bajo la influencia de las mismas
causas, la personalidad individual se desliga de la personalidad colectiva. Puesto
que esas transformaciones dependen de causas sociales, la psicofisiología no
puede explicar más que las formas inferiores de nuestra vida psíquica. Es la
sociedad la que en gran parte explica al individuo. Importancia de esta
proposición desde el punto de vista del método
LIBRO TERCERO
LAS FORMAS ANORMALES
CAPITULO PRIMERO
LA DIVISION DEL TRABAJO ANOMICO
Formas anormales en las que la división del trabajo no produce la solidaridad.
Necesidad de estudiarlas
I. Casos anormales en la vida económica; crisis industriales más frecuentes a
medida que el trabajo se divide; antagonismo del trabajo y del capital. De igual
manera, la unidad de la ciencia se pierde a medida que el trabajo científico se
especializa
II. Teoría según la cual esos efectos serían inherentes a la división del trabajo.
Según Comte, el remedio consiste en un gran desenvolvimiento del órgano de
gobierno y en la institución de una filosofía de las ciencias. Impotencia del
órgano de gobierno para regular los detalles de la vida económica; impotencia de
la filosofía de las ciencias para asegurar la unidad de la ciencia
III. Si, en todos los casos, las funciones no concurren, es que sus relaciones no
están reguladas; la división del trabajo es anómica. Necesidad de una
reglamentación. Cómo, normalmente, deriva de la división del trabajo. Cómo falta
en los ejemplos citados.
Esta anomia procede de que los órganos solidarios no están en contacto
suficiente o suficientemente prolongado. Ese contacto es el estado normal.
La división del trabajo, cuando es normal, no encierra, pues, al individuo en una
tarea determinada, impidiéndole ver nada fuera de ella
CAPITULO II
LA DIVISIÓN COACTIVA DEL TRABAJO
I. La guerra de clases. Procede de que el individuo no se halla en armonía con
su función, porque ésta le ha sido impuesta por la fuerza. Qué es lo que
constituye la coacción: toda especie de desigualdad en las condiciones
exteriores de la lucha. Es verdad que no existe sociedad en la que esas
desigualdades no se encuentren. Pero disminuyen cada vez más. La sustitución
de la solidaridad mecánica por la solidaridad orgánica, hace esta disminución
necesaria.
II. Otra razón que hace necesario ese progreso en el camino de la igualdad. La
solidaridad contractual deviene un factor cada vez más importante del consensus
social. Ahora bien, el contrato no liga de una manera verdadera como
los valores cambiados no sean realmente equivalentes, y, para que así ocurra,
es preciso que los que cambian sean colocados en condiciones exteriores
iguales. Razones que hacen esas injusticias más intolerables a medida que la
solidaridad orgánica deviene preponderante. De hecho, el derecho contractual y
la moral contractual se hacen cada día más exigentes desde ese punto de vista.
La verdadera libertad individual no consiste, pues, en la supresión de toda
reglamentación, sino que es el producto de una regla mentación, porque esta
igualdad no emana de la naturaleza. Esta obra de justicia es la tarea que se
impone a las sociedades superiores; no pueden mantenerse sin esta
condición
CAPITULO III
OTRA FORMA ANORMAL
Casos en los que la división del trabajo no produce la solidaridad porque la
actividad funcional de cada trabajador es insuficiente. Cómo la solidaridad
orgánica aumenta con la actividad funcional en los organismos,—en la sociedad.
De hecho, la actividad funcional aumenta al mismo tiempo que la división del
trabajo, si es normal. Motivo secundario que hace que ésta produzca la
solidaridad
CONCLUSION
1. Solución del problema práctico planteado al comienzo. La regla que nos
manda realizar los rasgos del tipo colectivo tiene por función asegurar la
cohesión social; por otra parte, es moral y no puede cumplir su función sino por
tener un carácter moral. Ahora bien, la regla que nos exige especializarnos tiene
la misma función; tiene igualmente, pues, un valor moral.
Otra forma de demostrar esta proposición. Conjetura sobre el carácter esencial
de la moralidad que se induce de las clasificaciones precedentes. La moral es el
conjunto de las condiciones de la solidaridad social. La división del trabajo
presenta ese criterio
II. La división del trabajo no disminuye la personalidad individual: 1.° ¿Por qué ha
de ser conforme a la lógica de nuestra naturaleza el desenvolvernos
superficialmente y no en el sentido de la profundidad? 2.° Es más, la
personalidad individual no progresa sino bajo la influencia de las causas que
determinan la división del trabajo. El ideal de la fraternidad humana no puede realizarse como la división del trabajo no progrese al mismo tiempo. Hállase, pues, ligada a toda nuestra vida moral
III. Pero la división del trabajo no da origen a la solidaridad como no produzca, al
mismo tiempo, un derecho y una moral. Error de los economistas en este punto.
Carácter de esta moral: más humana, menos transcendente. Más justicia. Consideraciones sobre la crisis actual de la moral